Vicent Melià i Bomboí (2013)
RESUMEN:
El Petroglifo de Peñíscola no es un simple grabado ornamental, es la
manifestación de un proceso de comunicación que combina objetivos prácticos y
mágicos. Su estructura es lógica y constituye un mensaje con sentido completo,
donde cada signo grabado puede entenderse como un pictograma: Un fonema
combinado con un componente semántico que representa una idea o una palabra.
Este
dibujo tallado sobre piedra es una antigua plegaria de los Recolectores de Miel
que reza: “Suplicamos a la gran abeja, a la reina de la colmena, que nos
ofrezca un río de miel”.
Paradójicamente, el estudio de este
símbolo milenario ha mutado en una llamada de atención para evitar que en este
siglo XXI se extienda el inquietante “Silencio de las Abejas” por el Paraje
Natural de la Sierra de Irta.
REFLEXIÓN: “En toda investigación, en el momento menos esperado, puede surgir una
fuerza psíquica espontánea capaz de modificar radicalmente las hipótesis
iniciales. Esta fuerza que en apariencia está ligada al azar, realmente es
resultado de una colisión psíquica entre nuestras ideas preconcebidas y el
pensamiento de los otros. Este choque tiene la propiedad mágica de activar
información oculta de nuestro cerebro y de producir sorprendentes conexiones
que dan un giro de 180º a las evidencias que creíamos eran inamovibles.”
I)-La primera visita al petroglifo de Peñíscola.
Mientras el implacable sol de agosto nos
ofrecía una tregua, guiados por mi amigo Lorenzo Medina cruzamos el Barranco
Volante del parque natural de la Sierra de Irta, para observar por primera vez
y sobre el terreno el Petroglifo de Peñíscola.
Durante el primer impacto visual de este
símbolo milenario de 85,01 cm de longitud, me llamó la atención la factura
esquemática del trazado. Esto indicaba que el autor o autores de este grabado
sobre piedra no buscaban un efecto ornamental, sino más bien, lo que pretendían
es que éste tuviera una utilización práctica. El hecho de estar tallado sobre
una roca lisa, con una inclinación aproximada de 45 grados y la existencia de
un pequeño depósito excavado al final, que forma parte del conjunto burilado,
refuerza la idea de que el objetivo de este petroglifo era recoger un preciado
líquido o una valiosa sustancia. ¿Qué podía ser?
Sobre la misma roca del Petroglifo
generamos una auténtica tormenta de ideas y aventuramos diversas hipótesis,
reconozco que la mayoría resultaban muy cinematográficas puesto que en ellas
aparecía el argumento del sacrificio adornado con sangre. Pero en el fondo,
presentía que el significado de este grabado estaba ligado con una realidad
mucho más sencilla y ésta tenía relación con las actividades cotidianas de los
pobladores de este territorio.
Para la búsqueda del significado resultó
decisivo, la decisión, ahora reconozco que inconsciente, de introducirme en las
cuevas próximas. Estas cuevas se encuentran a unos 300 metros del petroglifo,
en una zona de abrigo del propio barranco. Entrar en ellas resulta muy
peligroso puesto que, grandes grietas en el techo de la boca de entrada
amenazan con un inminente desprendimiento. La fragilidad del tipo de material
geológico, formado por una especie de conglomerado de piedras, hace que el
efecto de la erosión las convierta en una trampa muy peligrosa. Diversas rocas
de gran tonelaje caídas y esparcidas por el suelo nos advierten que
recientemente se han producido derrumbes. Pero…, impulsado por la curiosidad y
la sospecha de que en este abrigo de piedra permanecía oculta alguna clave, me
arrastré husmeando por los rincones.
En una de las cavidades encontré una pista;
el corazón me dio un vuelco al adivinar que entre mis dedos aprisionaba una
clave importante para descifrar el significado del petroglifo. En el fondo de
una zona de la cueva, esparcidos por el suelo había casi una decena de pedazos
de corcho pertenecientes a antiguas colmenas. Estas pruebas materiales
certificaban que me encontraba en la morada de antiguos apicultores, era el
testimonio objetivo de que me arrastraba por la cueva de un clan dedicado a la
recolección de miel.
Curiosamente, en uno de los trozos de
colmena recogidos, como si éste hubiera estado ahí esperando durante siglos mi
llegada, observé una marca, de apenas 3 cm de alto, por 3 cm de ancho. Eran dos
líneas rectas en forma de “uve”. Éste es un signo arquetípico que en todas las
culturas significa “animal volador”, todavía hoy en día muchos niños utilizan
este mismo signo para representar a pájaros en sus dibujos. Y aquí este signo,
al estar grabado sobre un corcho de colmena, se transformó en el símbolo
evidente de una “abeja”. Asombrosamente este mismo signo en forma de “uve” es
el que puede observarse enmarcado en el centro del círculo del Petroglifo. Por
ello, este trozo de colmena se convirtió en la pieza fundamental del
rompecabezas que podía llevarme hasta el significado.
Tras días de reflexión y varias visitas a
la cueva, siguiendo la metodología de la arqueología simbólica surgió la
hipótesis principal para este trabajo y ésta tenía que ver con la apicultura.
De repente gracias al símbolo grabado en el
pedazo de colmena y de una interacción psíquica espontánea, el Petroglifo tomó
un nuevo sentido, éste ya no era un dibujo, se transformó en un conjunto de
significados que formaban una frase completa. Al descomponer todos los signos
del grabado, las partes básicas del trazado se convirtieron en palabras, que al
ser interpretadas una a una, fueron tejiendo una plegaria ancestral relacionada
con los recolectores de miel, con los antiguos apicultores, y ésta rezaba:
“Suplicamos a la gran abeja, a la reina de la colmena, que nos ofrezca un río
de miel”.
Pero... ¿Cómo llegué realmente a esta
conclusión?
II)-¿Cómo llegué a la conclusión?
Para interpretar el significado de los
signos del Petroglifo de Peñíscola, me he basado en las teorías psicoanalíticas
que afirman que existen unos símbolos universales llamados arquetipos. Estos
signos son de origen ancestral e incluso, según algunos investigadores, parece
que los heredamos en una especie de “inconsciente colectivo”.
Desde este enfoque, para que un signo pueda
considerarse arquetípico debe cumplir la siguiente premisa: Al mostrarlo a
individuos de diferentes culturas, éstos deben interpretarlo de forma similar o
idéntica.
Muchos arquetipos tienen su origen en
“lenguaje no verbal”, la línea curva con los extremos hacia arriba es el signo
de la sonrisa, con los extremos hacia abajo el de la tristeza, la palma abierta
refleja la intención de amistad, un ojo es el signo del poder que vigila, el
puño cerrado refleja furia… También se convierten en significados universales
(mediatizados por el contexto) la forma que damos a las líneas básicas, la
ondulada representa al agua, la quebrada a las montañas, el círculo al vientre
femenino, una recta un horizonte en calma… Aunque también existen símbolos
mucho más complejos, la mayoría de éstos nacidos del fruto de la actividad
onírica.
El proceso del cerebro que da forma a los
sueños es un fenómeno psíquico característico de la especie humana que “nos ha
convertido en seres mágicos”, pues, de los sueños placenteros y de las
terribles pesadillas, ha tenido su génesis el universo de los seres fantásticos
que han mutado durante siglos en nuestros dioses. Estos dioses nacidos de
nuestra actividad psíquica los hemos ornamentado con atributos simbólicos que
suelen ser universales y que además son signos que los clasifican en la
dualidad de: divinidad del bien ó divinidad del mal.
Dentro de los arquetipos colectivos también
podemos encontrar emociones universales que se manifiestan en todas las
culturas, por ejemplo: “la repulsa hacia las serpientes”, “la sensación
agradable de la sonrisa de un niño”, “el llanto ante la muerte”… y por
descontado todas aquellas emociones que emanan de la música, tanto de la música
artificial como de la natural: los tambores incitan a la batalla, otros
instrumentos de vibración de aire y cuerdas al placer, al erotismo… los sonidos
armoniosos de la naturaleza: oleajes, lluvias calmadas, a la relajación... la
estridencia del viento, la furia de los truenos... a la defensa y a la
tensión...
La investigación del
significado del Petroglifo se ha centrado en dos fases:
1)- LA OBSERVACIÓN: A diferencia de otros
petroglifos, curiosamente con el mismo dibujo, encontrados en la zona de la Sierra
de Irta de la población de Santa Magdalena… que son de trazado espontáneo e
irregular, el Petroglifo de Peñíscola llama la atención por su perfección
geométrica, el círculo que lo compone, de un diámetro de 36,5 cm, es casi
perfecto. Asimismo las líneas del dibujo poseen una anchura de trazo muy
uniforme de 1,5 cm. Esto sugiere que el artesano se ayudó de instrumentos o de
objetos que le sirvieron de molde. Además, su trazado sobre una piedra con una
inclinación de casi 45º y la existencia de un depósito en la base muy definido
de 12 cm de ancho x 9,5 de largo y 4 de profundidad, confirma que la intención
del artesano era realizar un grabado funcional que tuviera una utilidad
práctica para recoger alguna sustancia o líquido. Aunque hay que puntualizar que
estamos hablando de un tiempo en donde tanto lo funcional como lo mágico eran
una misma cosa, por tanto inseparables. Era un periodo en el que cualquier
actividad cotidiana estaba relacionada
con lo mágico.
Es interesante que destaque que durante la
fase de observación y de reflexión, irrumpió de repente en el proceso de
investigación una fuerza decisiva totalmente espontánea y fuera de control.
En muchas investigaciones, las hipótesis
iniciales que creemos inamovibles, debido a la influencia del azar pueden dar
un giro radical por la intervención de otras fuerzas psíquicas impredecibles. Y
en esta investigación este fenómeno ocurrió cuando de forma espontánea, en un
momento de ocio en la playa, decidí dibujar el grabado sobre la arena y pedirle
opinión a mi hijo Pablo de 10 años de edad. Éste de repente afirmó sin
titubear: -“Este dibujo es la señal de
los animales. Indica que cerca hay aves. La marca que está dentro del círculo
es la huella que dejan los pájaros en el suelo.”
Esta observación me hizo cambiar
radicalmente la concepción inicial del Petroglifo, éste de repente dejó de ser
visto como un dibujo global y pasó a convertirse en un conjunto de significados
que constituían una frase y que además, ésta era un mensaje completo y con sentido lógico.
2)-LA BÚSQUEDA DE PISTAS: En cuanto a la
búsqueda de indicios para interpretar el Petroglifo de Peñíscola, hay que
destacar que existe una gran ventaja de esta representación frente a otros
grabados sobre piedra, apenas a 300 metros del mismo se encuentra un
abrigo-cueva, lugar en el que sin duda habitó el autor o autores de este
símbolo. Al rastrear en su interior encontré la pista principal para su
interpretación: Un pedazo de antigua colmena con un signo en forma de “uve”.
Este signo, como ya he comentado, en todas las culturas e incluso hoy en día,
representa a un animal volador. Y al estar grabado sobre un pedazo de colmena
su significado se transforma en: “abeja”.
Este signo de la “abeja”es la “uve” grabada
en el corazón del petroglifo.
III)- Metodología de la investigación.
La metodología de investigación para
descifrar el significado del Petroglifo de Peñíscola puede resumirse en los
siguientes pasos cronológicos:
1º)- Durante la primera visita al
Petroglifo guiado por mi amigo Lorenzo Medina, encontré en el interior de la
cueva diversos pedazos de corcho pertenecientes a antiguas colmenas.
2º)- Dedique varios días a la observación
detallada de las pruebas. Descubrí en un trozo de colmena un signo con forma de
“uve”. Mi hipótesis es que éste se trataba de un signo arquetípico que representaba a una “abeja”.
Destacar que este proceso surgió una fase ligada al azar, debido a la
influencia de una idea espontánea aportada por uno de mis hijos que me destrozó
la visión única del petroglifo como “dibujo global” para transformarlo en un
conjunto de signos con sentido completo.
3º)- Al encontrar en el interior de la
cueva pedazos de colmena desperdigados,
elaboré una hipótesis inicial que sostenía que el significado del
Petroglifo estaba relacionado con la apicultura y que éste era una frase
completa, una plegaria primitiva de los
recolectores de miel.
4º)- Para comprobar la hipótesis principal,
durante varios días investigué en el interior de la cueva del Clan de los
Recolectores de Miel en el Barranco Volante. Pude comprobar que el signo en
forma de “uve” grabado en uno de los trozos de colmena encontrado, es el mismo
símbolo que está tallado en el centro del círculo del Petroglifo.
5º)- En esta fase instalé el laboratorio de investigación sobre la misma
piedra del Petroglifo. Al signo de piedra le apliqué las teorías de la
arqueología simbólica y lo descompuse en signos básicos para después
interpretarlos.
Las conclusiones del proceso de
interpretación fueron:
a)-El círculo de 36,50 cm de diámetro
representa a una colmena, además su longitud circular coincide con la media de
las antiguas colmenas. Así es muy probable que el artesano del grabado
utilizara una colmena real como molde.
b)-El signo en forma de “uve” enmarcado en
el centro del círculo, es el símbolo de la abeja reina, por la importancia
central del grabado y por el gran tamaño de su representación, 21 cm en cada
línea. Parece evidente que la gran abeja era tratada como una divinidad por el
Clan.
c)-La recta de 75,51 cm que cruza el
círculo hasta llegar al depósito es el motivo, la intención, el deseo… Es la
dirección que desea tomar el artesano, casi es podríamos decir que es un cordón
umbilical que une a la divinidad de la colmena con el deseo del Clan.
d)-El depósito de 12 cm de largo, por 9,5 cm
de ancho, por 4 cm de profundidad, representa a la miel, es la solicitud de la
plegaria… Esta pequeña cavidad está unida por una línea recta que llega hasta
el círculo principal, en el que se simboliza a la “reina abeja” en el interior
de la “colmena”.
Así tras descifrar cada uno de estos signos
por separado, pude reconstruir al combinarlos la siguiente plegaria:
“Suplicamos a la gran abeja, a la reina de la colmena que nos ofrezca un río de
miel”
Otra hipótesis de trabajo interesante que
he barajado, es que realmente este Petroglifo es una frase completa elaborada
con un sistema de escritura con pictogramas, similar al de los idiomas
asiáticos, como pueden ser el Chino, Coreano, Japonés... etc. En los que a
diferencia de los idiomas con sistemas alfabéticos, éstos se forman por una
combinación de componentes, donde unos indican la fonética o sonido y otros
sugieren la parte semántica o significante, es decir la raíz o radical.
IV)- Experimentación.
Al verter la miel en el corazón del
grabado, pude comprobar cómo esta dulce sustancia se deslizaba a la perfección
hasta el depósito de la base.
Anteriormente este mismo experimento lo
realicé con otros líquidos, aunque ninguno de ellos se deslizó con tanta
suavidad como lo hizo la miel. Pero sobre todo, ninguna de las otras sustancias
levantó tanta pasión a su alrededor. El aroma de la miel consiguió que decenas
de insectos se activaran… las avispas y hormigas desde kilómetros detectaron el
dulce festín y en pocos segundos surgieron a escena.
V)-Otras conclusiones de interés de la investigación con
miel.
El experimento con miel sobre el Petroglifo
mostró una realidad del Paraje Natural muy inquietante: Acudieron insectos de
diversas clases, pero entre ellos no apareció ni una sola abeja. ¡No había
abejas, no se escuchaba el zumbido de las abejas! En la Sierra de Irta parece
que han desaparecido todas las abejas.
Este Petroglifo se ha convertido en la
señal de que en este mismo lugar habitó un Clan de Apicultores… y ahora, este
mismo signo sobre piedra se ha transformado en la voz de alarma que nos avisa
que en la Sierra de Irta ya no hay abejas, que en ella ya no escuchamos el
zumbido que activa y regenera la naturaleza. Y... este silencio es un peligro
muy preocupante.
Quizá el Petroglifo de Peñíscola y su
plegaria ancestral descifrada: “Suplicamos a la gran abeja, a la reina de la
colmena, que nos ofrezca un río de miel”, se ha metamorfoseado en una
advertencia para este siglo XXI: “Sin la reina de la colmena, sin el zumbido de
las abejas, la naturaleza peligra. Es importante que la gran abeja vuelva a
reinar en el territorio del Clan de los Recolectores de Miel”.
Por ello como consecuencia derivada de esta
investigación, se ha activado una señal de alarma que aconseja potenciar la
apicultura en el paraje natural de la Sierra de Irta para evitar que este
espacio enferme gravemente.
Sin duda, cumplir con la plegaria de los
antiguos Recolectores de Miel del Barranco Volante, es vital para el ecosistema
de este pulmón de la Comunidad Valenciana y sobre todo, para la calidad de
nuestro futuro.
Recordemos que a Albert Einstein se le
atribuye la siguiente sentencia: “El día en que las abejas desaparezcan, la
humanidad desaparecerá con ellas.”
VI)- Los Petroglifos de Santa Magdalena.
Los petroglifos de Santa Magdalena
demuestran que el Clan de los Recolectores de Miel se extendió por toda la
Sierra de Irta. Y que además este Clan poseía un lenguaje estructurado, pues en
todos los grabados se representan los mismos pictogramas sin variación. Por
ello podemos hablar de un sistema de escritura logo-gráfica con caracteres
picto-fonéticos (combinación semántica y fonética) que se desarrolló en un área geográfica.
Ismael Rivero indica la
ubicación de estos petroglifos de Santa Magdalena:
“-La
referencia más cercana que puedo dar es la “Cova de l'Aiguasera”. En el llano
superior hay que seguir hacía la cercana cima. A medio camino, y en una zona
con poca maleza y muchos afloramientos de roca planas se localizan los
petroglifos. Se puede llegar mejor desde el “camì del Cervol” (menos desnivel y
maleza).”
ARTÍCULOS
COMPLEMENTARIOS:
Juan Ramos Barceló (2009): Cavidades
naturales del Término Municipal de Peñíscola. Espeleo Club Castelló. Bering nº 10. Noviembre
2009.
Norberto Mesado Oliver (2012): Insistiendo
sobre los hojiformes insculturados. Archivo de Prehistoria Levantina. Vol.
XXIX. Valencia, 2012. pa. 157-186. RESUMEN: En el presente artículo se listan
cuantos petroglifos hojiformes hemos encontrado, reflexionando sobre su
función, significado y cronología dado que, recientemente, algunos
investigadores los vinculan a la obtención del aceite de enebro para una
farmacopea rural que habría alcanzado el siglo XX.
VÍDEOS:
Codina
de Santa Magdalena:
Viaje
dinámico al interior de la cueva del Clan de los Recolectores de Miel de
Peñíscola:
Vicent Melià i Bomboí
*Nace en Castellón de la Plana el 11 de agosto de
1959.
*Escultor y pintor formado en el taller del
prestigioso artista castellonense José Vicente Forés Escrig.
*Licenciado en Psicología por la Universidad de
Valencia (1989)
*Capacitación investigadora reconocida por la
Universidad Jaume I de Castellón (1992).
*Especialista en mediación para la igualdad de
oportunidades en la participación social y en la ocupación. (Universitat Jaume
I, 2004)
* Arqueólogo de símbolos y signos (formación
autodidacta desde 2004).
* De 1996 a 2013 Técnico Responsable de la Agencia
Comarcal “Ports-Maestrat” de la Fundación Servicio Valenciano de Empleo (FSVE)
en la población de Benicarló.
Publicaciones
del autor:
-Acariciando el Alma con los dedos (1986 y 2012)
-El corazón del Papa Luna (2009)
-Juicio al Papa Luna. El anillo del Rey Pescador
(2011)
-El Papa Luna: El hombre que miró fijamente a los
ojos del Dragón (2012)
-Peñíscola la Roca
Mágica (2012)
-Otro camino para
investigar e interpretar el Alzheimer (2012)
Enlaces de interés:
Agosto
de 2013
España.
Comunidad Valenciana.
Provincia
de Castellón. Población de Peñíscola.
Paraje
Natural de la Sierra de Irta.
Barranco
del Volante.